viernes, 17 de febrero de 2012

Admisiones y ordenaciones diaconale

  • Admisiones y ordenaciones diaconales 
  San Justo (Buenos Aires), 17-02-12 (AICA) 
El sábado 17 de marzo próximo, a las 18, el obispo de San Justo, monseñor Baldomero Carlos Martini, admitirá para la sagrada orden del Diaconado Permanente, a Miguel Ángel Cloud.

     Al día siguiente, domingo 18 de marzo, a las 19, monseñor Martini ordenará  diácono permanente al acólito Jorge Alberto Álvarez, y conferirá el Acolitado a los lectores Carlos Crestanello, José Lescano y Miguel Gandini. Todos ellos alumnos de la Escuela de Ministerios y Diaconado Permanente Pablo VI.

     Miguel Ángel Cloud realiza su tarea pastoral en la parroquia Nuestra Señora de la Salud, de Isidro Casanova. Los lectores José Lescano y Carlos Crestanello lo hacen en la parroquia San Pío X, de Villegas, y el lector Miguel Gandini en la parroquia Nuestra Señora de Itatí, de Villegas.

     El acólito Jorge Alberto Álvarez trabaja pastoralmente en la parroquia San Pantaleón y San Teodosio, de Tablada.

     El lunes 19 de marzo, solemnidad de San José, a las 20, el obispo de San Justo ordenará diácono en orden al presbiterado al acólito Ignacio Luis Rolleri.

     Ignacio Rolleri es oriundo de San Justo, estudió en el colegio parroquial homónimo y se formó en el seminario diocesano Nuestra Señora de la Esperanza y en el seminario arquidiocesano Santo Cura de Ars, de Mercedes-Luján. En la actualidad se desempeña pastoralmente en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Ramos Mejía.

Virgen consagrada

     El lunes 26 de marzo, a las 19, consagrará su virginidad al Señor la señorita Lorena Andrea Recalde, quien quedará adscripta al Orden de las Vírgenes, de la diócesis de San Justo.

     Todas estas celebraciones tendrán lugar en la iglesia catedral de los santos Justo y Pastor.+
 
AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente

viernes, 10 de febrero de 2012

MIERCOLES DE CENIZA


MIERCOLES  DE  CENIZA
EL  PADRE  QUE  VE  EN  LO  SECRETO…

    Como arranque de la Cuaresma, la Iglesia elige un evangelio que nos enfrenta con la práctica de los tres elementos tradicionales de la religión penitencial: limosna, oración y ayuno.
     Siendo fieles a la tradición multisecular, ¿qué enfoque darle en nuestro tiempo fuerte cuaresmal.?

     ¿OSTENTACIÓN RELIGIOSA?
     Religiosidad: Antes de orientar sobre la trilogía penitencial, Jesús da un principio general sobre religiosidad (= “justicia”).  “Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial”.
     Jesús rechaza la ostentación religiosa, el escaparate piadoso como contrario al gusto de Dios.  No se trata de aparentar, sino de ser religioso.
     ¿Pero no fomenta Jesús la práctica religiosa, para ser recompensado por Dios?  No, sino para dar gusto a Dios.  Así se satisface Dios. (Lo repite en los tres casos concretos). No para que nos recompense, sino para agradarle.

      A pesar de todo: Pero hoy vivimos en una sociedad que no valora lo religioso, donde la práctica penitencial no se cotiza.  ¿Qué nos diría ahora Jesús?
      Manteniendo el principio de no alardear de religiosidad en los círculos que aún la valoran, nos exhortaría a no avergonzarnos de manifestar nuestra praxis cristiana, cuando sea necesario o conveniente,

     LIMOSNA
     Práctica hipócrita: “Cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles con el fin de que les admiren los hombres”.  Primera aplicación del principio general: la limosna no es para  fomentar la vanagloria de bueno, sino para remediar la necesidad de los marginados.
     Práctica cristiana:  “Tú en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”.  Jesús no condena la práctica de la limosna, pero la purifica de vanidad.
     Hoy, sin embargo, nos hablaría más de justicia  distributiva y social.  Primero es cumplir los deberes económicos y luego la supererogación, porque “siempre habrá pobres entre vosotros”  ¡No para justificarnos, sino para espolearnos a disminuir su número y su necesidad!
     Otro conflicto actual es saber quién es el necesitado, porque hay una mafia de pedigüeños y maleantes que piden para drogarse… Canalicemos nuestras limosnas a través de organismos dignos de crédito, o cubramos necesidades conocidas, personales e institucionales.

     ORACIÓN
     Publicitaria: “Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas, para que los vea la gente”. También aquí Jesús critica la ostentación oracional, porque no se debe orar para fomentar la vanidad, sino para conectar con Dios.
     Pero el atacar una oración publicitaria no descalifica la oración pública, sobre todo la litúrgica y comunitaria.  Jesús y sus discípulos iban al templo a orar.  Y el Padrenuestro es una oración plural,
     Privada: “Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido”. Elogio de la oración personal por Jesús, porque es una relación íntima con Dios
    Que el fomento de la oración oficial no invalide la particular, alabada por Jesús. Él practicó también la privada: “se retiraba a orar”

      AYUNO
     Ostentóreo:  “Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos como farsantes, que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan”.  Jesús no critica la privación del alimento por motivos dignos, sino por vanidad.  Si se ayuna por guardar la línea o por salud, ¿por qué no por razones espirituales?
     Cristiano:  “Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre”.  Jesús alaba el ayuno para agradar a Dios, al que agrada también el disfrute de sus alimentos.  Hoy Jesús nos incitaría a ayunar para solidarizarnos con los millones de hambrientos y dedicado el fruto del ayuno a limosna-alimento para los hambrientos.  Que Cuaresma nos sirva para practicar esta tríada actualizada 

                                                                                                                 Armando