Monseñor Carlos Ruffolo fue nuestro primer Director a quien siempre tenemos presente, Hoy Cura Párroco de la Parroquia Santisimo Redentor de Ramos Mejia.
!!! Gracias Queridisimo Padre por tu trabajo pastoral ¡¡¡¡
Armando
Escuela de Ministerios y Diaconado Permanente "Pablo VI" y Diáconos Permanentes de la Diócesis de San Justo, provincia de Buenos Aires, Argentina. Noticias, comentarios, recursos e informaciones varias del quehacer pastoral.
martes, 24 de abril de 2012
4º
dom. de Pascua - Ciclo B - APORTE
APORTE para la Homilía
El Pastor necesita pastores
*
Hech 4,8-12 * Sal 117, 1.8-9.21-23.26.28
cd. 29 * 1º Jn 3,1-2 + Jn 10,11-18
En el marco de la celebración de la
Pascua de Resurrección, este domingo cuarto es llamado "domingo del Buen
Pastor", porque todos los años se leen fragmentos del capítulo décimo de
san Juan, en el que Jesús se presenta a sí mismo bajo la figura del buen
Pastor.
Jesús utiliza la imagen del buen Pastor
por la fuerza espectacular que tenía
para el pueblo de Israel. Las virtudes del pastor aplicadas a Dios recorren
todo el Antiguo Testamento. Al auditorio de Jesús le bastó oírle decir: "Yo
soy el buen Pastor" para entender
su misión: cuidar, buscar, curar, salvar... a los que el Padre le había
encomendado, hasta dar la vida por sus ovejas.
Hermanos:
Este buen Pastor, necesita amigos que le ayuden en su misión. Hoy
celebramos la “Jornada mundial de oración por las vocaciones de especial
consagración", particularmente las vocaciones sacerdotales y
religiosas. Reflexionemos sobre ello.
(conviene mencionar las oras vocaciones de especial consagración)
1.- Fue
Juan Pablo II quién proclamó
solemnemente la santidad del Padre Damián de Veuster, (1840 – 1889) conocido
también como Damián de Molokai. El Padre
Damián tenía 33 años cuando llegó a Molokai, hace ya 135 años. Molokai es una pequeña isla de la Polinesia,
donde en ese tiempo confinaban a los enfermos de lepra. Todo aquel que llegaba a Molokai no volvía a
salir nunca más.
El Padre Damián se ofreció libremente para ir de misionero a la isla de
los leprosos, y en el servicio a esos enfermos abandonados y rechazados por
todos , les hizo palpar el amor de Dios devolviéndoles
la dignidad de personas.
El joven misionero llegó a la isla de
los leprosos sabiendo que nunca más saldría de allí, y en el servicio al Señor
en sus hermanos crucificados él mismo fue configurado con Jesucristo
Crucificado: el Padre Damián murió
leproso en abril de 1889, luego de 16 años en Molokai. (Pausa).
En una ocasión, el inolvidable Mahatma
Gandhi señaló: "El mundo
político y periodístico no conoce un
héroe del que pueda glorificarse y que sea comparable con el Padre Damián de
Molokai.
La Iglesia Católica cuenta entre los
suyos con millares de miembros que, siguiendo su ejemplo, han sacrificado su
vida al servicio de los leprosos.
Valdría la pena conocer en qué fuente se alimenta tal heroísmo"
Hermanos: Nosotros conocemos esa fuente: el Espíritu Santo que actualiza en
muchos hombres y mujeres la vida entregada de Jesucristo, el Buen Pastor .
2.- Precisamente, este buen Pastor necesita
colaboradores entregados "a tiempo pleno" al servicio de Dios y de
los hombres. Jesús sigue llamando. Todo joven – varón y mujer- ha de plantearse
seriamente, alguna vez, si el Señor lo
invita a esta consagración.
No es necesario ser un “superdotado”;
tampoco “ser perfecto”; ni estar ansioso
por ir a la isla Molokai… Es necesario
estar enamorado de Jesús y tener el deseo de acompañarlo más de cerca en su
misión. Sobre esta base es oportuno
consultar con un sacerdote esa generosa y brillante perspectiva.
La vocación es un llamado, llamado que
comienza en esa pequeña inquietud por seguir a Jesús más de cerca. Es importante prestarle atención. Rezar.
Consultar
En síntesis: la vocación
sacerdotal o religiosa, es la senda de
los corazones resueltos, optimistas,
enamorados de Jesús que se acercan para
decirle: "Señor, quiero que mi vida sea como la tuya: un dar y darme total, absoluta y exclusivamente, a pesar de mis limitaciones y
debilidades"
Para finalizar: El mundo actual tiene urgente necesidad de
"evangelios vivientes" que lo hagan más humano, más solidario, más
lleno de Dios. No hay empresa más útil y
hermosa sobre la tierra. Todo cristiano
está llamado a ser "evangelio viviente" en el estado de vida y
actividad que su corazón y generosidad le inspiren. Pero Cristo, el Buen Pastor, el verdadero y
buen amigo necesita colaboradores consagrados a él en exclusividad para mejor
servir a los hermanos.
Desde mis propias limitaciones e
imperfecciones quiero asegurar, sobre todo a los jóvenes, que vale la pena dedicarse a la causa de Cristo; vale la pena dedicarse a ayudar al hombre en
el camino hacia la eternidad; vale la pena consagrar la vida a un ideal
que proporciona grandes alegrías, aunque
exige no pocos sacrificios, vale la pena
esforzarse, día a día, por imitar a Jesús,
vale la pena tener el coraje de decir que "sí" a la llamada de
Jesús, el Buen Pastor, verdadero y buen amigo
Hermanos: Jesús mismo viendo a la multitud, dijo a sus
discípulos: La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe
trabajadores para la cosecha. (Mt. 9, 37-38).
Rueguen… rueguen…
rueguen… es la consigna de esta jornada.
Voy a rezar una oración en nombre de todos. Al finalizar ustedes adhieren exclamando: Amén.
Señor, envía trabajadores para la
cosecha. (Nos ponemos de pie).
Jesús, Maestro y
Amigo: Nos mandaste pedir trabajadores
para la cosecha. Derrama sobre tu
Iglesia el Espíritu de piedad y fortaleza para que florezcan abundantes y
dignos servidores de tu pueblo. Vos que
vivís, reinás y nos amás por los siglos de los siglos. R.
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